martes, mayo 29, 2007

Espacio de diálogo sobre la Comunicación para el Desarrollo en Guatemala


La Comunicación para el Desarrollo, en la actualidad ha cobrado mayor importancia como un proceso de intercambio entre los mismos sujetos del cambio social. Debido a su importancia, el pasado viernes 25 de mayo se realizó la actividad de lanzamiento del Centro de Comunicación para el Desarrollo, organización no lucrativa integrada por un grupo de profesionales de diferentes disciplinas que buscan una manera diferente de hacer comunicación y que está enfocada a mejorar la calidad de vida de las personas.

En el evento que fue organizado por el Centro de Comunicación para el Desarrollo, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Plataforma de Comunicación para el Desarrollo de Centroamérica y México; participaron diferentes especialistas de la Comunicación para el Desarrollo. Sandra Salazar, directora del Centro de Comunicación “Voces Nuestras” de Costa Rica, dio inicio al evento con la conferencia “Participación de Centroamérica y México en el Congreso Mundial de Comunicación para el Desarrollo realizado en Roma, Italia, en el 2006”, en esta intervención también presentó a la Plataforma de Comunicación para el Desarrollo de Centroamérica y México. La siguiente actividad, la mesa redonda en la que se habló de “Los retos de la Comunicación para el Desarrollo”, fue moderada por Sandra Salazar y participaron especialistas en el tema como Bety Cutzal de la Fundación PROPAZ; Elisabeth Ávalos, quien es la Coordinadora de la Maestría de Comunicación para el Desarrollo de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC); Enrique Martínez, responsable de comunicación de FAO; José Pelicó del Centro de Reportes Periodísticos de Guatemala (CERIGUA) y Eduardo Gularte, del Centro de Comunicación para el Desarrollo.



Sandra Salazar explicó algunas ideas básicas sobre la comunicación para el desarrollo, planteando la importancia de que surjan nuevas iniciativas en el marco de este enfoque alternativo del quehacer comunicacional, valorando el surgimiento del Centro de Comunicación para el Desarrollo. Además, explicó la importancia de la coordinación de esfuerzos a nivel regional, tal como lo está haciendo la Plataforma de Comunicación para el Desarrollo de Centroamérica y México, que precisamente en mayo, cumple un año de haber sido constituida.

Los participantes de la mesa redonda coincidieron en la importancia de una comunicación al servicio de los procesos sociales que buscan el cambio social. Elisabeth Ávalos, de la USAC, estableció el marco de referencia en el cual tienen lugar las iniciativas de una comunicación diferente a los modelos neoliberales. Aquí se incluyó datos sobre la situación de pobreza, los bajos índices de desarrollo humano y la limitación que establecen los marcos regulatorios de telecomunicaciones para promover un verdadero intercambio comunitario.

La comunicadora k’aqchikel Bety Cutzal, de la Fundación PROPAZ, insistió en valorar y fortalecer el trabajo con comunicadores y comunicadoras comunitarias, tal como se está haciendo a través de la institución que representa. Enrique Martínez, de la FAO, destacó los esfuerzos de integración entre diferentes experiencias relacionadas a la comunicación como proceso. José Pelicó, de CERIGUA, planteó la importancia de la información para la toma de decisiones, tarea a la cual el periodismo desde un enfoque social como el de CERIGUA, colabora. También denunció que el optar por este tipo de comunicación, en ocasiones puede traer falta de apoyo financiero por parte de algunas organizaciones a las cuales no les interesa que se toquen ciertos temas.

Por último, Eduardo Gularte, del Centro de Comunicación para el Desarrollo, insistió en recuperar el derecho a la comunicación a favor de los procesos para el cambio social. Lo cual significa que los comunicadores y comunicadoras sean facilitadores de diálogo, promotores del acceso al conocimiento y agentes de cambio.

La actividad concluyó con las palabras de inauguración del Centro de Comunicación para el Desarrollo a cargo de Cristian Ozaeta, quien explicó los principales objetivos de esta organización y los valores que la sustentan.



domingo, mayo 27, 2007

¿Una doble moral también en el derecho a la comunicación?


La decisión del gobierno venezolano de no renovar el usufructo de la frecuencia de televisión del canal manejado por la empresa privada RCTV, pone en la mesa de discusión el tema del derecho a la comunicación. El sector privado dueño de los grandes medios de comunicación en Venezuela, pero también en diversos países de Latinoamérica, ha puesto el grito en el cielo: se está violando la libertad de expresión. A ello se suman organizaciones empresariales de medios a nivel del continente americano, medios privados (como en el caso de El Salvador) y grandes espacios en los periódicos privados en los que se victimiza al canal que deja de usar esta frecuencia y se ataca a quien la prensa privada ha designado como el "malo", Hugo Chávez. Nada nuevo en el discurso periodístico de nuestros principales diarios: dicotomizar nuestra realidad en "buenos" y "malos", teniendo ellos la potestad de poner tales etiquetas a nombre de la objetividad y de la libertad de expresión.


La pregunta es: ¿Toda esta movilización a favor de la libertad de expresión no debería ser igual cuando los gobiernos emiten leyes como la Ley de Telecomunicaciones en Guatemala? En estos casos, las iniciativas de las comunidades por obtener una frecuencia en el espacio radioeléctrico se ven excluídas por no poder competir en una subasta con esas grandes empresas de comunicación que existen. ¿No es esto también, una acción arbitraria de negar el derecho a la comunicación? Y más aún, ¿no es más importante brindar espqacios para la comunicación con sentido comunitario que para la comunicación con sentido mercantulista?


¿No existe entonces una doble moral cuando se condena que a RCTV se le está violando su derecho de la libertad de expresión pero nadie dice nada cuando a las comunidades se les limita este derecho al negarles el uso de las frecuencias radioeléctricas? ¿Es que acaso vale más la "libertad de expresión" del sector privado que la de las comunidades?


Parece que en plena golobalización los derechos también se cotizan en el mercado y valen más si tienen mayor respaldo de capital. La decisión del gobierno venezolano es una decisión que debe ser valorada en cuanto está recuperando un bien público y lo está colocando al servicio de la sociedad. Situación que han olvidado las grandes corporaciones de comunicación que han reclamado para ellas mismas la exclusividad del derecho a la comunicación y quien se oponga al usufructo comercial de estas frecuencias es un "enemigo de la liertad de expresión".


Ya es tiempo que los latinoamericanos empecemos a abrir los ojos e identificar que la comunicación es un derecho de todos y todas.