martes, octubre 16, 2007

20 de octubre: Nuestra Revolución






¡Hoy más que nunca urge una comunicación verdaderamente revolucionaria!


El 20 de octubre sigue siendo, a pesar de los esfuerzos por el olvido, una fecha que marca lo que podría haber llegado a ser nuestro país. Digamos que fue una probadita de lo bueno. Luego vino la invasión de los Estados Unidos que truncó muchos procesos iniciados. Y hoy, 63 años después, aún nos preguntamos por el rumbo de una sociedad que camina tropezándose cada cuatro años con la misma piedra: las opciones tradicionales del capital (a lo chapín). Una sociedad que es como aquellas personas que padecen dependencias: no puede dejar aquello que le hace mal, porque se siente atada a su agresor.

Pero, ¿qué papel han cumplido los medios de comunicación en hacernos dependientes al dolor, al sometimiento y al autoritarismo? ¿qué papel han cumplido a lo largo de estos años, en construirnos una imagen de la democracia a la medida de los intereses de los grupos oligárquicos en alianza con los intereses del Imperio? ¿Qué papel han jugado en delimitar nuestra imaginación para que no nos salgamos de lo aceptado por el sistema capitalista?

Como este blog busca aportar desde la comunicación, y para hacerlo con el aporte de las Ciencias de la Comunicación, habría que partir de la pregunta ¿De quién han sido y son los medios de comunicación? La respuesta a esa pregunta también nos dará la respuesta a ¿cuáles son los intereses que representan? Por supuesto, no son los del pueblo. Teóricos importantes de la Comunicación ya lo habían denunciado desde el siglo pasado: los medios de comunicación son aparatos transmisores de la ideología de los grupos de poder. Su función es la de hacer creer a los grupos subordinados que todo está bien, que “así funcionan las cosas”, que no hay nada que hacer más que adaptarse y vender su mano de obra barata (Marx, Teóricos de la Escuela de Frankfurt, Gramsci, Althusser).

Para continuar con los aportes de las Ciencias de la Comunicación, habría que decir también que ya en la segunda mitad del Siglo XX, empiezan a darse movimientos populares desde América Latina que cuestionaban ¿por qué debemos ser receptores pasivos de esa ideología dominante?, ¿por qué no podemos nosotros, desde abajo, decir nuestra propia palabra? Así empezó la Comunicación Alternativa, como ese rescate de la comunicación popular, de la verdadera comunicación, la del intercambio respetuoso y democrático, con el fin de transformar esas estructuras injustas de la sociedad. Este movimiento, que algunos comunicadores descalifican, tiene la ventaja que no ha perdido vigencia aún en pleno Siglo XXI.

La comunicación también ha jugado un papel importante en crear realidades idóneas para el sometimiento de todos los sectores marginados del país: dice que esto que vivimos es “democracia” y la defiende a capa y espada (mientras que esa “democracia” excluye a los que no tienen dinero, a los que no son “blancos”, a los que no son hombres, etc.). Hablan de respeto a la participación, pero cuando se trata de una consulta popular contra la minería la minorizan. Hablan de desarrollo económico, pero evitan hablar de una tributación en la que paguen más los que ganan más. Hablan de lucha contra el hambre pero evitan hablar de los efectos negativos para la alimentación de las personas de las áreas rurales al no tener acceso a la tierra. Hablan de elecciones libres y democráticas, pero limitan el espectro de opciones diciendo entre quiénes sí se puede elegir y a quienes ni se les debe considerar. Hablan de transparencia y condenan a los políticos que han caído en desgracia con ellos, pero protegen y ocultan los actos de corrupción de los “empresarios que nos gobiernan”. Hablan de la importancia de convertirnos en un país “más competitivo” pero ignoran las desigualdades estructurales que hacen que los sectores de población rural sean “menos competitivos” ante la carencia de una infraestructura adecuada para producir y comercializar.

Podríamos continuar describiendo esa realidad imaginada que nos construyen los medios de comunicación en Guatemala. Pero que quede claro: ¡No es la realidad! Sólo es la que ellos inventan pero que nos la creemos y vamos aceptando como válida cada día.

Hoy más que nunca, nos urge una verdadera comunicación revolucionaria: Una comunicación que represente las realidades que vivimos los guatemaltecos a diario, pero en la que nos convirtamos en protagonistas del cambio de esas estructuras injustas, una comunicación que nos ayude a conocernos mejor entre guatemaltecos, que nos ayude a decir “No” a las mentiras de los grupos de poder, a no tragarnos sus ideologías y a denunciar las manipulaciones. No, no es un sueño, basta retomar el rumbo de Nuestra Revolución del 44.

viernes, octubre 12, 2007

Si quieres tener una mujer como esta toma Simi Power… (un artículo colectivo)



Primera parte: Eduardo Gularte

Este es el texto que aparece en las vallas publicitarias colocadas en puntos estratégicos de la Ciudad de Guatemala y otros departamentos. Se trata de la promoción de un producto que vende las Farmacias Similares, en el cual, parece ser, que al tomarlo, automáticamente cualquier hombre se convierte en la atracción de las mujeres más bellas y hermosas (en bikini).

Del producto no podemos decir más. De la estrategia de comunicación, hay tanto qué decir, especialmente por lo que uno creía que representaba la asociación de la Premio Novel de la Paz, Rigoberta Menchú, con esta famosa cadena mexicana de farmacias.

Empecemos por poner en duda la Misión de las Farmacias Similares: “Mejorar el nivel de la humanidad, ofreciendo productos y servicios de salud con calidad al alcance de todos”. Seguramente no se mejora el nivel de la humanidad tomando a la mujer, desde la manera más burda de la publicidad (lo explícito), como un objeto que aparece asociada a la compra de un producto. ¿Y qué decir de los principios que dicen ellos que tienen como empresa? “Honestidad, respeto, lealtad y justicia”… ¿Cuál honestidad se puede encontrar en la publicidad engañosa? ¿Cuál respeto en el uso de la mujer como objeto sexual que garantice la venta de un producto?

¿Rigoberta Menchú es machista? Al parecer, la Premio Nobel, entró, con todo y de lleno, al ámbito empresarial con la asociación que estableció hace algunos años con el Dr. Simi (Víctor González), personaje polémico en su propio país (México). Decimos que entró con todo y de lleno, pues estas técnicas de publicidad son por demás burdas y solo las utilizan aquellas empresas cuyo único fin es vender cualquier cosa a costa de todo. Más burda que los anuncios de baterías de carros en los cuales, si bien aparece una mujer en bikini, no te dicen que puedes tenerla si compras esa marca de batería.

Por otro lado, este tipo de publicidad, menosprecia la capacidad crítica que pueden tener esos clientes potenciales o ¿es que el Dr. Simil y sus socios chapines creen que no exista tal capacidad en los guatemaltecos? Complementario a las vallas publicitarias, aparece otra versión del anuncio en periódicos de circulación popular como “Nuestro Diario”, en el cual te ofrecen que si compras el producto, además de llevarte (en la imaginación) a la mujer en bikini, ¡te llevas una libra de arroz o de azúcar!

Al parecer, Rigoberta Menchú ya no tiene tanto poder en la cadena, aunque sigue siendo propietaria de algunas franquicias junto con su esposo y según El Periódico no ha querido negar la relación comercial y política que mantiene con el Dr. Simi (Víctor González): “Lo que es un hecho es que estos dos aspirantes a Presidente obtienen diferente ventaja del vínculo que los une” (22/04/2007).

Si aún sigue existiendo esta relación… ¿Por qué este divorcio entre lo que se predica y lo que se hace? ¿Cómo podemos entender a una líder indígena que aboga por los derechos humanos y que al mismo tiempo los irrespeta? ¿Cómo entender el uso de la mujer como objeto de la manera más burda desde una iniciativa vinculada a una Premio Nobel de la Paz?


Segunda parte: Gabriela Díaz

Premio Nobel de la Paz y ex candidata a la Presidencia de la República, Rigoberta Menchú. Conforme el tiempo avanza, son menos las personas que tiene de su lado. ¡Todavía no puedo creer este anuncio! Y después es ella quien anda por todos lados y medios exigiendo que se respete la dignidad de las personas, cuando ella promueve el “uso” de la mujer en los anuncios. ¿Es qué acaso creerá que por regalar una librita de arroz o azúcar compensa el hecho? Yo ya lo he dicho en otras ocasiones, a esta señora lo único que le queda es el “corte”… aunque se escuche fuerte, pero es la verdad. Poco a poco, Rigoberta se ha dejado convencer, ha traicionado sus ideales, y que simpático, también utiliza a las mujeres y considera tontas a las personas, pues explica lo que pude suceder si compran su “Simi Power”. Ah! ¿Qué dicen del nombre? Power… ¿ahora tampoco le parece su castellano? Que mal, simplemente que mal se ve esta señora, y luego se pregunta por qué tuvo pocos votos. Yo le digo, porque ya no representa nada. Lástima que no pueda poner en marcha su creatividad para llevar los mensajes que desee sin tener que hacer lo que en otras veces ha criticado.

Tercera parte: Cristian O.C.

La cosificación de la mujer es una ‘estrategia’ publicitaria utilizada desde hace muchos años por todos los medios y en casi todos los países. Ahora bien, no porque algo es generalizado y lamentablemente, efectivo, es moral o éticamente correcto. Hablo de una moral humana y universal que busca el cultivo espiritual del ser humano como ente que construye cultura, no de una religiosa claro está.

Con el producto vitamínico se vende el producto cuerpo de mujer, la intención es la asociación de ideas y la explotación del machismo enraizado en la sociedad en general.

Lo que llama la atención de este caso no es precisamente el hecho, ya que es muy común, sino de dónde viene el mensaje. Partiendo del supuesto de lo ‘políticamente correcto’ y de los valores, los baluartes, los ejemplos, etc.; se espera de algunas personalidades posturas más de acorde a su discurso y lo que en teoría representan. Una premio Nobel de la Paz es como nos la venden: una persona excepcional, culta, luchadora, muy humana, sensible, solidaria, activa, etc. Riogoberta Menchú seguiría siendo sólo Rigoberta Menchú si ella misma no hubiera explotado su imagen como premio Nobel, lo cual no le critico, para eso es. Sin embargo decidió ser “la premio Nobel” y con ello adquirió una urna de cristal sobre su vida y obra. Se espera algo de ella.

Como mínimo se demanda la reivindicación de lo que ella más representa: derechos humanos, derechos de los pueblos indígenas y derechos de la mujer. Al avalar con su nombre una empresa que se vale de estas bajas estrategias publicitarias, se está tirando más piedras de las ya recibidas a la urna de cristal. Si peca de desconocedora, ¿peca de ingenua? Creo que no, en todo caso peca de incoherente. Y con la de ella, arrastra la imagen de la causa.

lunes, octubre 08, 2007

“Peña-manía” y la construcción de los medios

Colaboración de Cristian Ozaeta.

Siempre es interesante observar el poder de los medios en Guatemala, no digamos en el mundo. Pero para muestra, un botón. Resulta que estas empresas de la información también lo son de la opinión, desde hace ya mucho tiempo tomaron por asalto el concepto de opinión pública y se adjudicaron el título de ser los garantes de la misma, cuando no sus dignos representantes.

Lo serían en verdad si tan sólo uno de ellos partiera de abajo a arriba, es decir, si la opinión de todos y todas (o por lo menos de una mayoría) fuera publicada en sus páginas o emisiones. Sin embargo es de todos sabido que las empresas de información trabajan al revés, la opinión de sus dueños o sus editores (con el consentimiento o mandato de los primeros) es la expresada hacia las masas, haciendo creer que es la de ellos mismos.

Pues bien, al declararse per se los guardianes de la opinión pública guatemalteca, también se dieron el lujo y el derecho de establecer agendas, política, social, económica y por qué no, artística. Resulta que entre tantos escándalos provocados por su desfachatez en la manipulación de encuestas electorales, mejor decidieron voltear la atención pública para otro lado. ¿Quién estaba allí?, Carlitos Peña, claro. ¿De aquí a cuándo tanto apoyo al artista nacional? Ni siquiera a los triunfadores en el extranjero (porque lo de Arjona es otro tema) les ha sido otorgado tal elogio.

En estos meses por lo menos otros dos importantes acontecimientos han sucedido en el plano artístico internacional, que involucran grandes logros de artistas jóvenes guatemaltecos. Por un lado, es la primera vez en la historia de uno de los festivales de cine más prestigiosos del mundo: el Festival de San Sebastián, que una cinta guatemalteca no ya que participa, sino que gana su categoría por encima de otras películas de todo el mundo. Y el otro, un virtuoso guitarrista de música clásica graduado con honores de uno de los más famosos institutos musicales de Europa y el mundo, que fue aceptado, entre cientos de todos los países, por el que es considerado por muchos el mejor guitarrista sobre la Tierra, Zoran Dukic, como su pupilo.

¿Quiénes son estos muchachos? Solamente si se escudriña y ‘pepena’ entre los periódicos de todos los días, o se tiene algún vínculo familiar o fraterno, uno sabrá. Y si no, no es de agenda de los medios, por lo tanto, no es opinión ni interés público. Con el éxito de ellos no se vincula el éxito de conglomerados empresariales de las telecomunicaciones, o las televisoras, o de las licoreras, o los restaurantes, o los bares… ni siquiera de la economía informal con pañuelos y bandas con sus nombres.

Lo de Carlitos fue suerte, para él, no porque no sea talentoso y no tenga mérito su éxito, sino porque él si fue parte de agenda y de anunciantes (¿o estoy siendo redundante?).