24 de marzo de 2008: Hoy como hace 28 años, somos testigos de la resurrección de San Romero de América en el pueblo salvadoreño y en el pueblo guatemalteco. La muerte, esa que usan los dueños del poder en nuestros países, no funciona en un pueblo lleno de esperanza y esa muerte es la misma que fracasa cada día en sus intentos por imponer el miedo a construir una Guatemala Distinta, como la que nos permitió visualizar Monseñor Juan Gerardi y el enorme grupo de catequistas asesinados en el marco del conflicto armado interno. Recordamos junto a San Romero de América a todos los que trabajaron por la verdad, la justicia y al paz.
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1 comentario:
Amen hermanos. Los que no nacimos de la misma madre pero sí bajo la misma patria grande reconocemos a los hermanos mayores. Romero hoy y Gerardi dentro de un mes, y tantos otros cada día, no cayeron, no los recordamos por haber caído... sino porque los quisieron botar y no pudieron.
Dicen que renunciar cuando se está ganando, no es renunciar. Morir en un momento de esplendor, no es morir. Y dar la vida por otros no es desaparecer, ES VIVIR EN TODOS.
A Romero le quedó pequeño el cuerpo, le quedó pequeño el mundo, por eso se repartió entre todos. ¡Salve!
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