martes, junio 24, 2008

San Juan, Livingston, San Marcos, etc... Muestras de la incapacidad de diálogo de nuestras autoridades



En los últimos meses hemos sido testigos y testigas de la oposición de los municipios de San Marcos frente a la imposición de la minería de cielo abierto, de la oposición de los vecinos de San Juan Sacatepéquez al uso de su territorio para la explotación de los recursos naturales por parte de una compañía cementera; de la oposición de los ciudadanos y ciudadanas de Livingston en la defensa de los recursos del ambiente. En una sociedad verdaderamente democrática, la oposición ciudadana debería ser escuchada, no es la voz de un sector sino la de muchas personas que incluso han hecho consultas ciudadanas, tomando como respaldo el Conveio 169 de la OIT. La opción fundamental para la resolución de los conflictos que pudiese venir de intereses encontrados entre las compañías nacionales y transnacionales y la población debería ser la instancia del diálogo. Y el Estado el principal promotor de esta comunicación.


Sin embargo es difícil establecer diálogo en situaciones de desventaja. El diálogo supone estar en un mismo nivel de intercambio.


¿por qué no ha funcionado el "diálogo" en nuestro país?


1) porque el mediador, que esl el Estado (manifestado en sus tres organismos: legislativo, ejecutivo y judicial), ha tomado partido por uno de los sectores: el sector que tiene el poder económico, quizás el que los financió o les sigue brindando aportes.


2) porque el diálogo implica reconocer que "el Otro" tiene una manera particular y diferente a la mía de entender la realidad y mientras no me salga de mi propia "realidad" no voy a lograr comprender la del "Otro". Esto ha sido fundamental en los casos mencionados, donde priva solamente el punto de vista de quieenes tienen el poder.


3) porque el diálogo se realiza ANTES de hacer lo que se quiere hacer, no cuando ya se ha creado la confrontación. El diálogo antecede al inicio de operaciones de cualquier iniciativa, especialmente si esa iniciativa buisca explotar los recursos naturales de un territorio. ¿Cuántas veces han hecho consultas o dialogado previamente con los ciudadanos y las ciudadanas estas empresas?


4) porque frente a la promoción de parte del Ejecutivo de su propia versión de "diálogo" o de "mesas de diálogo", éste se ha desvirtuado, y sólo ha servido para desgastar esta palabra, con imposiciones o manipulaciones, pues se trata de diálogos infructuosos.


5) porque el diálogo lleva a la transformación de la situación y acá no ha sucedido eso: ha servido como una herramienta de justificación de los intereses que ya se traían de antemano por parte de los sectores poderosos.


6) porque las estructuras existentes en el sistema "democrático" que construyeron algunos sectores poderosos en Guatemala, invisibiliza la palabra de los sectores populares. De tal manera que invisibiliza a los interlocutores y así, no hay diálogo.


¿Hasta cuando va a dar el paso Guatemala hacia la verdadera democracia? No de aquella que busca votantes cada cuatro años, sino aquella en la que existe participación plena de los ciudadanos y las ciudadanas porque el sistema así lo favorece.


Mientras tanto, los gobiernos seguirán atacando a su propios ciudadanos y ciudadanas en defensa de los intereses de quienes mantienen el poder.



martes, junio 03, 2008

Las contradicciones de este “gobierno de los pobres”


El inicio del año 2008 vino casi al mismo tiempo con el inicio de un nuevo período de gobierno, que esta vez se presentaba un poco diferente: un gobierno social demócrata. Más que eso, “el gobierno de los pobres”. Cualquiera podría pensar que se trataba de un cambio al fin, de rumbo, después de un gobierno netamente empresarial, proneoliberal y fiel súbdito del Imperio. Todo ello, acompañado de una estrategia de propaganda en la que se enfatiza en aspectos de forma (uso de la palabra “solidaridad”, uso de la bandera con los colores de los pueblos indígenas, etc.) pero no de fondo. Bueno, la propaganda casi nunca hace esto, porque su objetivo es convencernos de las maravillas de quien organiza la propaganda.

Unos meses después, aún con las campañas propagandísticas, nos encontramos con una serie de contradicciones:

1) Apelar al uso de la fuerza hacia los campesinos en la resolución de los eternos conflictos agrarios, tal como lo han hecho los anteriores gobiernos. Para muestra, el caso de Livingston. ¿Acaso un gobierno del pueblo no es el que trataría de resolver de una vez por todas las grandes desigualdades en cuanto al acceso y uso de la tierra?
2) Suprimir los aranceles a productos de la canasta básica. ¿Ya el CAFTA no había preparado el camino para que los productos de Estados Unidos fuesen entrando sin aranceles a nuestro país poco a poco en detrimento de los productores nacionales, especialmente los de granos básicos? ¿Cómo acelerar esta competencia tan desigual entre productores agrícolas estadounidenses que reciben subsidio y productores nacionales que con muchos problemas logran salir adelante?
3) A pesar de hablar de un gobierno con rostro indígena, no hay cuadros gubernamentales indígenas en los ministerios de Estado, a no ser por un financista del partido colocado en uno de los ministerios.
4) Política paternalista de dar dinero a los padres de familia para que manden a sus hijos a la escuela y para que las mujeres asistan a los servicios de salud. ¿No es eso mercantilizar las acciones a favor del desarrollo? ¿Dónde está la generación de procesos? ¿Dónde está la generación de las condiciones para que las familias se ganen ese dinero por medio del acceso a los recursos?

Es importante darnos cuenta que no basta con la propaganda, cuando la realidad nos presenta todo lo contrario. Se habla de que no se están haciendo “chapuces” pero...




¿Dónde están los cambios estructurales que esperamos para una verdadera transformación?