Ante la ola de violencia en Guatemala

¿Se puede pretender que todo se arregla con campañas de propaganda en los medios?

Los últimos meses en Guatemala han sido trágicos para los ciudadanos y las ciudadanas. Los grupos que viven del crimen organizado parecen haber tomado explícitamente el poder en este país. “Explícitamente” quiere decir que en los años anteriores era un supuesto implícito, pensar que estos grupos habían estado siempre como sombra de quienes aparecen como gobernantes “un poder paralelo”. Los crímenes en la calle, los ataques a pilotos de buses, los asesinatos a líderes comunitarios, etc. se suman ante la falta de respuesta de los 3 organismos del Estado al clamos popular por el cese de la violencia.

La única respuesta –que parece ser la constante en los actos del organismo ejecutivo- es lanzar campañas con mensajes en los medios de difusión: anuncios de propaganda, dado que la propaganda busca persuadir a la población sobre ciertas ideas. Los anuncios nos dicen que: “está mal tanta violencia”, “nos debemos unir contra la delincuencia”, “el gobierno de Álvaro Colom está luchando contra el crimen organizado”, “los jóvenes deben decirle no a las pandillas”, etc. Estamos llenos de tanto mensaje bonito, pero… ¿Cuándo se verán acciones reales?

Se debe diferenciar entre las campañas mediáticas (que presentan “lo que queremos que fuese”) y la realidad (lo que realmente ES). La estrategia gubernamental parece apostarle a lo primero: a crear una imagen ideal, a persuadir a la población de que la culpa es de los jóvenes que se unen a las pandillas, de las mujeres que no denuncian la violencia intrafamiliar, de los anteriores gobiernos, de los desestabilizadores… y que todo se soluciona, pensando positivo. ¿Se puede pretender que todos los problemas de Guatemala se arreglan con campañas de propaganda?