Colaboración de Cristian Ozaeta.
Siempre es interesante observar el poder de los medios en Guatemala, no digamos en el mundo. Pero para muestra, un botón. Resulta que estas empresas de la información también lo son de la opinión, desde hace ya mucho tiempo tomaron por asalto el concepto de opinión pública y se adjudicaron el título de ser los garantes de la misma, cuando no sus dignos representantes.
Lo serían en verdad si tan sólo uno de ellos partiera de abajo a arriba, es decir, si la opinión de todos y todas (o por lo menos de una mayoría) fuera publicada en sus páginas o emisiones. Sin embargo es de todos sabido que las empresas de información trabajan al revés, la opinión de sus dueños o sus editores (con el consentimiento o mandato de los primeros) es la expresada hacia las masas, haciendo creer que es la de ellos mismos.
Pues bien, al declararse per se los guardianes de la opinión pública guatemalteca, también se dieron el lujo y el derecho de establecer agendas, política, social, económica y por qué no, artística. Resulta que entre tantos escándalos provocados por su desfachatez en la manipulación de encuestas electorales, mejor decidieron voltear la atención pública para otro lado. ¿Quién estaba allí?, Carlitos Peña, claro. ¿De aquí a cuándo tanto apoyo al artista nacional? Ni siquiera a los triunfadores en el extranjero (porque lo de Arjona es otro tema) les ha sido otorgado tal elogio.
En estos meses por lo menos otros dos importantes acontecimientos han sucedido en el plano artístico internacional, que involucran grandes logros de artistas jóvenes guatemaltecos. Por un lado, es la primera vez en la historia de uno de los festivales de cine más prestigiosos del mundo: el Festival de San Sebastián, que una cinta guatemalteca no ya que participa, sino que gana su categoría por encima de otras películas de todo el mundo. Y el otro, un virtuoso guitarrista de música clásica graduado con honores de uno de los más famosos institutos musicales de Europa y el mundo, que fue aceptado, entre cientos de todos los países, por el que es considerado por muchos el mejor guitarrista sobre la Tierra, Zoran Dukic, como su pupilo.
¿Quiénes son estos muchachos? Solamente si se escudriña y ‘pepena’ entre los periódicos de todos los días, o se tiene algún vínculo familiar o fraterno, uno sabrá. Y si no, no es de agenda de los medios, por lo tanto, no es opinión ni interés público. Con el éxito de ellos no se vincula el éxito de conglomerados empresariales de las telecomunicaciones, o las televisoras, o de las licoreras, o los restaurantes, o los bares… ni siquiera de la economía informal con pañuelos y bandas con sus nombres.
Lo de Carlitos fue suerte, para él, no porque no sea talentoso y no tenga mérito su éxito, sino porque él si fue parte de agenda y de anunciantes (¿o estoy siendo redundante?).
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2 comentarios:
Si alguien lo dudaba, queda claro que en Guatemala, aunque tenemos medios modestos (no por los recursos tecnològicos con los que cuentan sino por su pobre capacidad de instrumentos de comunicaciòn), son herramientas poderosas para decir de què se debe hablar, a quièn se debe apoyar (ver el caso de las encuestas) y ahora, apelando a un nacionalismo pobre (que solo se demuestra enviando mensajitos), son capaces de hacer que muchos guatemaltecos (especialmente clase media) compren la idea de èxito nacional por el solo hecho de concursar en una estrategia mercadològica cuyo fin primordial es ampliar el consumo de servicios telefònicos. Esto tambièn demuestra lo fàcil que somos los chapines de caer siempre en los juegos del mercado (ya sea para comprar productos o candidatos), y es peor aun en nuesro paìs pues se trata de seguidores acrìticos, que tienen los ojos vendados y no aceptan que alguien trate de ver la situaciòn desde afuera y lance alguna crìtica. Porque luego diràn que "es un mal guatemalteco", que es alguien "envidioso", que es alguien "que no le ha dado nada a Guatemala". me parece muy bueno lo sucedido en el caso de la "peña-manìa" porque nos demuestra que hace falta muchìsimo para ser verdaderos ciudadanos y ciudadanas que no se dejen llevar como masas por lo que los medios dictan. Podremos comprobarlo este 4 de noviembre cuando en este paìs se elija a uno de los dos candidatos que los medios colocaron en la cima gracias a las "encuestas".
Muy buen artículo y buena crítica...
claro, también la "conciencia colectiva" creada por los mismos medios hacen ver que cualquiera que critique cosas como esto sea visto como mal guatemalteco....
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