miércoles, enero 23, 2008

El primer elector: Los Medios


Por Cristian Ozaeta.

Sucede que los mal llamados medios masivos de comunicación se han echado al talante muchos sobrenombres y titulaciones que realmente no les corresponden, como que son la opinión pública o que encarnan la libre expresión de un país.

Hay uno en especial que ellos llaman “servicio a la democracia” cuando se refieren a la producción y transmisión de debates y foros en época electoral. En este su servicio muy democrático generalmente se colocan trampas de propaganda e intereses sectoriales no tanto por la promoción de un candidato u otro, sino más bien por la omisión del resto, tal y como sucedió en las elecciones generales el año pasado y como lo dejaron ver en su momento los candidatos por la DC, ‘Maco’ Cerezo y de MAIZ-URNG, Miguel Ángel Sandoval, coincidentemente ambos con discursos críticos y ofertas políticas de izquierda (sobre todo en materia fiscal, social y medio ambiente).

Es tanta la importancia de las omisiones que efectivamente el ‘no’ aparecer en los medios ya fuere por falta de recursos millonarios para anuncios, o por no tener la bendición de la elite empresarial mediática, merma los chances que los candidatos tienen para darse a conocer (y sus propuestas, cuando las tienen), porque sencillamente no forman parte del menú presentado a las poblaciones que son los electores.

Los medios mantienen su honorabilidad ciudadana intacta, claro está, no nos dicen “no voten por estos de acá o por aquellos de allá”, no, simplemente no los muestran ni en los foros, ni como anuncios disfrazados de noticias, ni con crédito o pagaré por propaganda, ni siquiera con la llamada ‘mala publicidad’, que también es un ardid político. Al declararse, no ya dueños de la verdad, sino simplemente sus humildes bocinas, se convierten en una especie de santo oficio realizando un moderno oscurantismo mediático de contrareforma.

Se constituyen, no como sobrenombre o título sino con cierta legitimidad, en los primeros electores porque se nos adelantan en la decisión. Ellos eligen quiénes participan en serio y quiénes no, quiénes forman parte de la oferta política y quiénes están fuera. Pero, ¿acaso todos aquellos que creemos en la democracia nos deberíamos sentir especialmente subdesarrollados al respecto?

No señores y señoras, porque en la ¡democracia más antigua del mundo! también sucede. De acuerdo a la columna de Amy Goodman, quien a su vez se vale de un estudio de TNS Media Intelligence/CMAG, un grupo que realiza un seguimiento de la publicidad política electoral (de los EEUU), en ese país bipartidista por excelencia también se ejerce el oscurantismo de los medios, en su caso especial, de la omnipotente televisión en cadena.

De acuerdo a Goodman y al estudio citado, Fox News/News Corp, excluyó al candidato Ron Paul en un foro de republicanos para las primarias de New Hampshire, dándole así ventaja a su competidor Rudolf Giuliani. De igual manera, ABC Newx hizo lo propio contra Dennis Kucinich, haciendo notar éste último que la cadena es propiedad de Walt Disney Company, cuyos ejecutivos han contribuido a las campañas de los senadores Hillary Clinton y Barack Obama, entre otros.

Se dice en el supuesto categórico (más bien utópico) que la onda radioeléctrica es pública y que, por ende, sólo pude otorgarse en usufructo. ¿Cuándo entenderán los medios lo que el ‘interés público’ significa? ¿O somos nosotros los que debemos comprender que no hay tal cosa como ‘lo público’?
Si quieren leer la columna completa de Goodman: http://www.truthdig.com/report/item/20080109_the_broadcasters_billion_dollar_payday/

1 comentario:

esnecesariohabervivido dijo...

el problema es que en estos tiempos la informacion se ha convertido mas en mercancia que en un derecho...

saludos fraternos

Rebeka